lunes, 16 de enero de 2017

Primer cangrejo del año: Doscientos años de "El Periquillo Sarniento"

Suponiendo que tú, apreciado lector, te hayas pasado durante los últimos meses por el blog, habrás notado que ha estado muerto desde septiembre del año pasado. Creo recordar que a inicios del año pasado escribí que tenía el propósito de escribir más a menudo en el blog, pero es evidente que fallé miserablemente en aquel propósito de Año Nuevo. Sin embargo, esto es 2017. Un nuevo año, una nueva página, y por lo tanto una nueva oportunidad para hacer algo más productivo con este pequeño islote en el inmenso mar que es el internet.

La inmortalidad del cangrejo cumplió su segundo aniversario hace un par de semanas, pero no fue lo único en agregar un nuevo año a su historial. En los últimos meses del año pasado, se celebró también el doscientos aniversario de la publicación de El Periquillo Sarniento, la obra más famosa del escritor mexicano José Joaquín Fernández de Lizardi, conocido también como "El Pensador Mexicano". Probablemente no lo supiste, lo cual es un poco triste pues El Periquillo ocupa un lugar importante dentro de la historia de la literatura de nuestro país ya que se le considera la primera novela cien por ciento mexicana. El Periquillo nos cuenta las desventuras de Pedro "Perico" Sarmiento, un habitante de la Ciudad de México cuando ésta era la capital de la todavía existente Nueva España, pocas décadas antes del comienzo de la Guerra de Independencia.

Esta novela, perteneciente desde luego al género picaresco, nos ofrece un vistazo excepcional a la vida en el México del siglo XVIII; una época tan diferente como parecida a la nuestra. Su protagonista, Perico, nos cuenta de su propia boca sus andanzas a lo largo y ancho del país sin pudor alguno y siempre con un excepcional estilo con el cual es muy difícil no soltar por lo menos una risa. Como todo buen personaje pícaro, Perico se dedica a lo largo de su vida al arte del "vivir bien sin hacer mucho", es decir, a la estafa, el engaño y la astucia. Rico por momentos, extremadamente pobre la mayoría del tiempo, a Perico lo acompañan una extensa galería de personajes todos muy distintos unos de otros; algunos de ellos le ofrecen lecciones de vida de las que nunca se olvidará, mientras que el resto son todos canallas y granujas que le enseñan a aprovecharse de los demás mientras le hacen lo mismo. Perico se convierte rápidamente en un protagonista por el que es casi imposible no sentir simpatía, aun cuando una y otra vez somos testigos en primera fila de todas las fechorías, maldades y estupideces que comete a lo largo de toda la novela.

 Su autor, Lizardi, es también muy poco conocido en el ámbito literario a pesar de que se le podría considerar un hombre revolucionario gracias a las ideas que hizo circular por el México colonial. Podría ponerme a escribir varias líneas enlistando sus diversas obras y trabajos, pero en lugar de eso, haré algo mucho mejor: dejaré que sea el propio Lizardi quien lo explique.


Bueno, no es el auténtico Lizardi, pero sí una aproximación muy cercana a lo que pudo ser. Este vídeo forma parte del proyecto final para la clase de Literatura Mexicana que yo y varios compañeros presentamos durante diciembre, a términos de semestre. En él, Shakespeare y Cervantes se reúnen para conversar acerca de todo lo que se hizo en México para conmemorarlos durante sus respectivos aniversarios del año pasado hasta que son interrumpidos por Lizardi, de quien todos parecieron olvidarse (como dato curioso, incluso en la mismísima Facultad de Filosofía y Letras se le puso un énfasis mínimo a Lizardi, contrario a Shakespeare y Cervantes lo cual es gracioso porque la gente de allá se la pasa glorificando a lo nacional y satanizando las cosas extranjeras).

Si eres de mi generación, tal vez recuerdes que hace muchos años la SEP repartió a cada niño de primaria un ejemplar del Periquillo recortado y resumido para niños, y tal vez entonces pudiste haberlo leído por primera vez. Si no, e independientemente de si te gustó o no el Periquillo, me gustaría hacerte una invitación para que lo leas nuevamente/por primera vez, esta vez en su versión completa. Es considerablemente más larga que la versión infantil, pero también más entretenida de leer y sin lugar a dudas una lectura mucho más rica. Nunca está de más conocer un poco mejor la literatura mexicana, pues no todo es Octavio Paz o Juan Rulfo en la historia literaria de este país e incluso una novela de doscientos años de edad puede enseñarnos una cosa o dos sobre la vida y como, hasta cierto punto, México ha tenido siempre la misma esencia.

viernes, 12 de agosto de 2016

Review: Primeval

Quienes hayan leído previamente el blog sabrán que he manifestado en diversas ocasiones que me gustan los dinosaurios y aquello relacionado con ellos, por lo que no debería de sorprenderles que en el día de hoy halla decidido hablar acerca de un programa de televisión en el cual ocupan un papel central; y no, no se trata de Caminando con dinosaurios aunque uno de sus creadores haya participado en la elaboración del ya mítico documental.



Primeval es una serie de la BBC que se estrenó por primera vez en el Reino Unido en el ahora ya lejano año 2007. La historia involucraba a un grupo de científicos que, habiendo descubierto portales espacio-temporales que llevan al pasado y al futuro, deciden encargarse de evitar que las peligrosas criaturas que los crucen sean un peligro para los ciudadanos del Reino Unido al mismo tiempo que intentan mantenerlo todo en secreto. En alguna ocasión llegué a ver que alguien la comparaba con la famosísima Dr. Who debido al tema común de viajes en el tiempo, pero Primeval resalta por méritos propios.

Aunque en general se podría catalogar como una serie de drama y ciencia ficción, Primeval también tiene su dosis de aventura y acción en cada episodio, los cuales si bien son pocos, por lo menos tienen una respetable duración de 46 minutos aproximadamente. Cada episodio sigue una historia similar: una nueva Anomalía (nombre que se les da a los portales del tiempo) aparece en algún lugar de la nación y el equipo viaja hasta ella para hacer frente a las criaturas que deambulan por el presente. A lo largo de la primera temporada, la trama sigue también la historia del profesor de paleobiología Nick Cutter, quien está convencido de que su esposa desaparecida hace ocho años, Helen, cruzó una Anomalía y por lo tanto se encuentra buscándola frenéticamente.

Con el paso de los episodios y las temporadas se añaden nuevas historias: desde conspiraciones gubernamentales, la cacería de un viajero del tiempo que deambula por las diferentes épocas de la Tierra hasta una carrera contra-reloj por evitar que el futuro del planeta se convierta en un páramo estéril y muerto. Gradualmente se introducen también nuevos personajes al reparto, los cuales están muy bien representados y suelen brillar por su propia individualidad aún si en algunas ocasiones caen demasiado en el cliché (ya sea el clásico personaje nerd-friki, la agente del gobierno sin escrúpulos o el ex-policía malote y aventurero). Las actuaciones son convincentes y es muy fácil sentir empatía por los personajes, por lo cual uno se acostumbra rápidamente a ellos y no cuesta trabajo tomarles aprecio.

En cuanto a los animales (que van desde dinosaurios, insectos gigantes hasta monstruosos depredadores del futuro), la encargada de hacerlos fue Impossible Pictures, compañía que ya había trabajado previamente haciendo dinosaurios de CGI y anomatronics con series y documentales como Caminando con dinosaurios y Parque Prehistórico; por lo que las criaturas suelen estar bien hechas y tener mucho detalle. Si bien durante las primeras tres temporadas los efectos no resaltan por ser especialmente maravillosos o acercarse al nivel de lo que Hollywood ha mostrado, en las últimas dos la calidad del CGI aumenta muchísimo y por lo tanto muestra dinosaurios mucho más convincentes y reales.



Primeval fue tan popular que, aún tras haber sido cancelada al concluir su tercera temporada, los fans se organizaron y consiguieron que la serie regresara por dos temporadas más, las cuales se estrenaron durante el 2011 y que sirvieron, según sus creadores, para darle un final definitivo a la serie (aunque dejaron un tremendo cliffhanger que podría permitirle perfectamente continuar desde allí si es que algún día vuelven con una sexta temporada). La serie incluso tuvo un spin-off canadiense llamado Primeval: New World el cual seguía una historia similar y que por desgracia fue cancelada al término de su primer temporada, acabando también con un cliffhanger igual de masivo que el otro. Por alguna razón, una enorme cantidad de los programas de televisión que me gustan han sido cancelados por equis o ye.

Es un poco difícil de encontrar en este lado del mundo (me atrevería a decir que la única forma de verla es por internet), pero si tienen ganas de ver una serie entretenida y emocionante con una historia enormemente interesante, humor sencillo, una preocupación por justificarse científicamente y sin lugar a dudas excelente para pasar un buen rato, entonces Primeval podría ser de tu agrado. No es necesario que te interesen los dinosaurios para encontrarla divertida, aunque eso definitivamente ayuda. Por mi parte, espero que algún día, en un futuro de preferencia no muy lejano, la televisora se decida por hacer una nueva temporada, ya sea de la serie original o New World. Porque en serio, dejar a alguien picado con cliffhangers para siempre es muy cruel.

jueves, 28 de julio de 2016

Perro enterrado en la arena

En la última semana de clases antes de que acabara el semestre, mi maestra de la clase de Introducción a la Filosofía llevó al salón su colección de postales que había estado juntando desde hace varios años. Como agradecimiento por haber participado y por el trabajo que realizamos con ella, nos dijo que cada uno de sus alumnos podíamos tomar la que más nos gustara de todas y quedárnoslas. Antes de que las postales comenzaran a desaparecer, nos tomamos nuestro tiempo para verlas y, aunque hubo por lo menos un par que me interesaron, hubo una en concreto que me llamó la atención porque resaltaba del resto. Mientras que casi todas representaban pinturas con una paleta de colores oscura, la que yo vi tenía colores más "cálidos" por así llamarlos (no soy experto en el arte así que si me equivoco y no son cálidos por favor no me juzguen demasiado) y por eso parecía notarse más. Y en ese momento pensé: "Bueno, si me llamó la atención debe ser por algo"; y como en cualquier buena historia cuyo argumento es la predestinación, la escogí.

Y tan pronto como me puse a examinarla, en el primer momento no tuve ni la más mínima idea de qué representaba hasta que le di la vuelta y allí decía que era Perro enterrado en la arena de Goya. Viendo que era un perro le hallé la forma de perro, pero me llamó tanto la atención que quise investigar un poco sobre aquella pintura y desde entonces he querido escribir sobre ella en este blog, pero obviamente nunca lo hice... hasta ahora.


Perro enterrado en la arena, o Perro semihundido es un óleo sobre revoco que después sería trasladado al lienzo pintado por el famosísimo Francisco de Goya, el cual la hizo para adornar las paredes de una casa que adquirió en 1819 y que es mejor conocida como la "Quinta del Sordo". Forma parte del grupo de pinturas llamadas Pinturas negras, las cuales fueron todas creadas por Goya para adornar su casa y que a partir de 1874 fueron retiradas de los muros y trasladadas para ser exhibidas durante la Exposición Universal de Paris de 1878, hasta que en 1881 fueron donadas al Museo del Prado y desde entonces se les puede encontrar allí.

La colección de Pinturas negras obedece a las normas del Sublime Terrible, movimiento artístico que se caracterizaba por representar la subjetividad individual y los extremos de las emociones, contrario a los ideales del racionalismo y la Ilustración. Se cree que Goya comenzó a pintar estas obras a partir de finales de 1819 y después de haberse recuperado de una grave enfermedad que padeció en ese mismo año y que casi lo llevó a la muerte. Las Pinturas negras suelen ser consideradas un reflejo de la inestable situación que sufrió España por esos años así como ser una forma de manifestación del artista, quien tras haber experimentado su enfermedad se dio cuenta de su propia mortalidad y la decadencia física en que vivía al haber envejecido.

Actualmente, Perro enterrado en la arena se encuentra en un estado desgastado en el cual, salvo por la cabeza del perro, no se distingue ningún otro detalle. Se sabe, sin embargo y gracias a fotografías, que por lo menos en 1874 y antes de ser trasladada, en la pintura se apreciaban más detalles como una enorme roca en el fondo y haciendo de paisaje mientras que en el cielo se encontraban lo que se cree eran pájaros y los cuales el perro se hallaba observando. Se cree también que la pintura nunca llegó a ser terminada por Goya, pero esto, así como los supuestos pájaros, es solo una teoría y cabe la posibilidad de que nunca se sepa con certeza.

Fotografía tomada en 1874 por J. Laurent y en la que se aprecian los detalles ahora indistinguibles de la pintura

En cuanto a lo que podría significar o representar, yo siempre he creído que el arte es principalmente subjetiva así que cualquiera que vea la pintura podría llegar a su propia conclusión sobre lo que es. Sin embargo, aquellos que se han dedicado a estudiar la vida y obra de Goya (y que por lo tanto saben infinitamente más al respecto que yo), argumentan que es una representación de lo insignificante que es el ser vivo ante lo que lo rodea. Aunque ahora ya no se aprecia, el hecho de que el perro observe a los pájaros en el cielo podría ser también una analogía de la libertad y la falta de ella. En todo caso, es una pintura que a mí personalmente me resulta un poco triste. Tal vez sea la expresividad que se observa en la cara del perro, el cual a pesar de ocupar un espacio muy pequeño parece estar cargado de sentimiento en su mirada, sus orejas, incluso la forma en que mantiene la cabeza levantada... o al menos así es para mí y desde mi muy personal punto de vista. Probablemente haya quienes puedan interpretarla de una o incluso varias formas diferentes, pero en todo caso, ¿no es el objetivo del arte el despertar sensaciones y emociones sobre las personas?

lunes, 18 de julio de 2016

Review: Risk Revolution

Desde que era un niño y vivía junto a mi madre y mi hermano mayor, él comenzó a tener un gran interés hacia el tema de la guerra gracias al mítico videojuego Age of Mythology, con el cual se entretenía por horas. Una vez cuando acompañamos a nuestra mamá al supermercado e hicimos nuestro casi obligado recorrido por el área de juguetería, mi hermano vio que vendían el juego original de Risk; y aunque ninguno de nosotros sabía realmente de qué se trataba, convenció a mi mamá para que lo comprara. Aquel fue el principio del fin...

Mi hermano dominó el concepto del Risk rápidamente, y solía jugar partidas eternas junto a mi mamá y sus amigos que nunca llegué a presenciar en su totalidad pero que, según ellos, llegaban hasta las cuatro de la mañana a veces. A partir de entonces, mi hermano se hizo con distintas modalidades de Risk conforme iban saliendo con los años, como los de Star Wars y Transformers. Él es un jugador con una vasta experiencia y la verdad es que sí es muy bueno; mientras que yo puedo defenderme y hacer cosas bastante decentes pero aún así me las veo muy negras para ganar una partida; sobretodo si él está jugando.

Pero dejemos de lado mis traumas de la infancia para pasar al tema que el título promete. Hace un par de años (en el 2011 si somos precisos) Hasbro sacó una versión nueva de Risk que en Estados Unidos salió con el nombre de Legacy mientras que, por lo menos en México, fue llamada Revolution. Tengo cierta experiencia con los juegos de Risk, y este es sin lugar a dudas mi favorito.


Una imagen de la versión norteamericana

Todas las versiones de Risk tienen algo que las hace especiales: la de Star Wars introducía naves espaciales, búsqueda y captura de líderes y el concepto de la Orden 66 mientras que el de Transformers permitía que el tablero se "transformara" para cambiar la estrategia de los jugadores. En Revolution, es que TÚ eliges cómo irá cambiando el juego. De todas las versiones que he probado, es la única que permite una personalización casi completa del juego. Los conceptos básicos del Risk tradicional como los combates y el sistema de reclutamiento de tropas se mantienen igual, pero conforme avanzan las partidas y dependiendo de lo que los jugadores vayan haciendo durante los juegos, se introducen nuevas reglas y conceptos que enriquecen y modifican la experiencia total. Uno de estos cambios por ejemplo, es la creación de ciudades. Cada vez que acaba una partida, los jugadores tienen la opción de crear una ciudad que se pondrá como sticker sobre el tablero y permanecerá allí para siempre, cambiando el territorio en que fue colocada. De la misma forma pueden colocarse "cicatrices" durante la partida para que al jugador que controle el territorio afectado le sea más difícil defenderse, gane tropas extra, etcétera.

Un ejemplo del tablero de juego con varias "cicatrices" y una Ciudad menor

Los jugadores ganan al adquirir cuatro estrellas, y cuando lo hacen tienen recompensas que los favorecerán solo a ellos en cualquier partida futura que jueguen, como crear Ciudades mayores, nombrar continentes o quitar una "cicatriz" del tablero para que deje de tener efecto. Otro de los conceptos que se introducen es que, al cumplirse ciertas características durante los juegos, pueden abrirse sobres especiales que contienen nuevas "cicatrices", reglas y objetivos que modifican todavía más el juego. Hay por ejemplo un sobre que solo puede abrirse una vez que "la Capital del mundo sea puesta sobre el tablero", pero para poder poner la Capital del mundo se necesita a su vez abrir otro paquete previo. 


Algunos de los paquetes que se abrirán durante las partidas

Pero no solo el campo de batalla puede cambiar, pues también las facciones que utilizan los jugadores evolucionan con el juego. Hay cinco facciones distintas entre las que escoger al comenzar a jugar, y cada una de ellas tiene habilidades especiales únicas y que les dan alguna ventaja para ganar. Conforme el mundo se transforma, las facciones también lo hacen y van adquiriendo nuevas habilidades e incluso debilidades que consiguen balancear muy bien el juego; asegurándose de que cualquiera pueda ganar. 

Una muestra de las diferentes piezas de cada facción

La meta principal es jugar quince partidas, tras las cuales el jugador que más veces haya ganado adquiere el derecho de darle un nombre al mundo. Debido a todo el potencial de cambios que tiene el juego, para el término de estas quince partidas el mundo y las facciones habrán cambiado de tal forma que cada quien tendrá un juego único, marcado por las decisiones que cada quien tomó a lo largo de su corta historia. Es por ese motivo que Risk Revolution es mi versión favorita de la franquicia, porque la libertad que te da para tomar las decisiones que quieras, y que esas decisiones tengan consecuencias eternas y no sean solo algo que desaparece al guardar el tablero, le da cierto "dramatismo" a todo y es algo que no he podido ver en ningún juego de mesa hasta ahora. Sé que el campo de los juegos de mesa puede ser considerado una de las formas más bajas del "frikismo", pero si a ti te vale la vida y el qué dirán y quieres pasar un estupendo rato con tus amigos con un juego de estrategia como pocos, entonces no puedo dejar de recomendarte que consigas una copia de Risk Revolution. Para finalizar, debo señalar que desde que compramos el nuestro nunca he vuelto a ver copias en ningún otro lugar. Ciertamente tampoco me dedico a buscar juegos de mesa, pero de todos modos es algo que vale la pena señalar por si estás dispuesto a comprar uno. Y quién sabe, tal vez si alguna vez lo hallan con descuento valga la pena comprar más de solo uno...

jueves, 14 de julio de 2016

Un regreso irrelevante

Creo que el título ya lo ha dejado bastante claro, pero lo diré de todos modos: finalmente, y luego de una actividad casi inexistente en lo que va del año, volveré a publicar en este blog. Suponiendo que haya gente leyendo esto y que ya haya entrado antes a La inmortalidad del cangrejo, es la historia de siempre (osease, que en realidad no he estado ocupado y que la razón por la que no he hecho se debe al olvido, flojera, o una combinación exótica de ambas). Tengo un par de ideas sobre cosas varias de las que publicar, e intentaré escribirlas tal vez incluso en esta misma semana, pero no prometo nada. Los malos hábitos no se abandonan fácilmente.

Pero, ¿qué he estado haciendo durante todo este tiempo desde la última vez que actualicé?
-Primero, y lo más importante de todo, es que finalmente terminé de escribir mi primer libro. Es un cuento infantil y la verdad es que es bastante corto (son menos de 50 páginas), pero mentiría si dijera que no me llena de una enorme satisfacción el haberlo conseguido.
-Mi más reciente semestre en la universidad terminó, y la verdad es que me fue incluso mejor de lo que esperaba. Mi mayor duda era con la clase de Latín, materia que me disgusta en general aunque no realmente por culpa de los profesores que he tenido. Por suerte, mi siguiente semestre ya no tendrá Latín así que podré morir en paz.

Para finalizar, debo decir que incluso yo estoy sorprendido de lo poco que he hecho durante este tiempo y que valga la pena decir. Tal vez se me está olvidando algo, pero honestamente lo dudo. En fin... nos vemos próximamente.

sábado, 30 de abril de 2016

Entrada irrelevante

Esta vez ni siquiera voy a intentar justificarme. En fin, abril ha llegado prácticamente a su final, pero las cosas no han cambiado mucho en este lado del planeta desde la última vez que escribí en el blog.

Si la memoria no me falla, antes de mi más reciente desaparición dije que había decidido comenzar a escribir seriamente un libro, así que dedicaré al menos esta entrada para hablar de ello. Primeramente, no lo he hecho seriamente. En un principio la idea me apasionaba y estaba completamente decidido a terminarlo, pero con el transcurso del tiempo me he dado cuenta de que es muy poco probable que consiga hacerlo. En esto han influido un par de factores, de los cuales el primero es que el primer capítulo se me hacía algo tedioso de escribir y nunca me hallaba con el ánimo correcto para terminarlo. Y luego de meses de estar atrapado con el comienzo mismo y menos de veinte páginas escritas, decidí que mejor intentaría escribir antes el resto y luego volvería cuando todo estuviera hecho para concentrarme en acabar el inicio. Pero, si soy honesto conmigo mismo, soy muy irregular con muchas de las cosas que me propongo a hacer y por lo tanto aún no he avanzado mucho y el tiempo para hacerlo está a punto de acabarse.

Y ocurre el clásico ejemplo que siempre sirve como chiste en internet: me digo a mí mismo que es la última vez que lo hago y que para la próxima intentaré ser más constante pero desde el momento que lo pienso sé que acabaré fracasando en el intento. ¿Acaso es psicológico o algo así? No tengo idea. Pero en fin, antes que nada quería actualizar esto solo para sacarlo del limbo. Tengo un par de ideas y cosas sobre las que me gustaría escribir aquí en el futuro, pero hasta entonces, me despido.

domingo, 6 de marzo de 2016

Sigo vivo

Una vez más dejé que el tiempo pasará sin actualizar ninguna cosa en este blog. Vaya sorpresa. Sé que dije que intentaría dejar de cometer ese error durante este año, pero claramente fracasé una vez más así que no tengo otra cosa que hacer aparte de disculparme. Si bien es cierto que en febrero regresé a la escuela y que por lo tanto mi tiempo libre disminuyó, estaría mintiendo vilmente si dijera que eso me impidió continuar actualizando La inmortalidad del cangrejo. De hecho, tuve muchas oportunidades para hacerlo e incluso llegó a planear cosas completas de diferentes temas para poner, pero simplemente nunca tuve el entusiasmo suficiente para hacerlo. Y eso que febrero fue un mes bastante interesante y en el que pasaron muchas cosas.

-Primero que nada, mi laptop (en la cual tenía guardados absolutamente todos mis documentos y demás cosas personales) tuvo un problema cuando mi hermano me ayudó a formatearla y, pese a que tenía todo en un respaldo, tuvo que borrarlo también porque de lo contrario iba a permanecer muerta. Por lo tanto, perdí todos los escritos que había hecho. ¿Alguien recuerda que alguna vez mencioné aquí que había hecho un pequeño cuento llamado Vacío? Bueno, pues es una de las cosas que ya perdí para siempre. Conseguí un programa que me permitía recuperar esos archivos viejos aún cuando ya habían sido formateados, pero de todos modos no consigo hacer que funcionen. Por lo tanto, si alguien sabe qué puedo hacer para poder abrirlos de nuevo, se lo agradecería infinitamente.
-Continuando con la mala suerte tecnológica, mi tablet simplemente dejó de servir y ahora ya no enciende. No tengo ni la más mínima idea de qué le pasó, porque hasta un día antes funcionaba de maravilla. Y bueno, en ella tenía guardados otro montón de libros que había leído para mis clases y a los cuales ya no tengo acceso, por no mencionar que ahora debo volver al viejo método de sacar copias (el cual es mucho más costoso y estorboso).
-En una pequeña historia personal, mis amistades me dejaron plantado por tercera vez un día que se suponía íbamos a celebrar el cumpleaños de una de ellas. Pero la culpa no fue del todo suya pues el metro se llenó, fue muy lento y además llegué casi al mismo tiempo que ya se habían ido.
-Pero en una nota positiva, me enteré de que hay un concurso bastante interesante de escritura en el que me gustaría participar. El premio es la publicación de la obra ganadora y la fecha límite para entregar los trabajos es hasta junio, así que quiero empezar a ponerme manos a la obra con ello de una vez. Si todo marcha de acuerdo a mis planes, para entonces avisaré en este mismo lugar que el trámite está hecho y la obra concluida.

Marzo acaba de comenzar, y si bien un par de cosas no son del todo como me gustaría que fueran el resto tiene una pinta bastante buena por el momento. Ahora que estoy en el proceso serio de crear un pequeño libro eso podría hacer que tenga más cosas para publicar aquí, aunque sea solo para decir que llevo hechas diez páginas en un mes. Intentaré continuar publicando de forma no esporádica y acerca de cosas diferentes cada vez como suelo acostumbrar; pero hasta entonces me despido.