Bueno, debo reconocer que mi "esfuerzo" por actualizar más seguido duró incluso menos de lo que esperaba inicialmente. La verdad es que he tenido tiempo libre de sobra para hacer esto, pero simplemente siempre se me olvidaba o no terminaba de encontrar el entusiasmo para hacerlo.
Además, en una nota que no tiene nada que ver, la semana pasada busqué empleo por primera vez y la verdad es que eso consumió casi todos mis pensamientos por un tiempo. Ya pasó una semana desde que envié mi currículum y todavía no me han respondido nada, así que tal vez sea hora de aceptar que eso significa que no conseguí el trabajo. Oh bueno. La vida sigue, supongo.
Pero ahora es el momento de empezar la entrada con el tema que había prometido: dinosaurios. ¿Por qué? Porque me gustan los dinosaurios, y cuando me enteré de este pequeño parque de atracciones llamó mi atención inmediatamente. Comencemos con una simple y completamente absurda pregunta: ¿qué habría pasado si durante la Guerra Civil Norteamericana (o Guerra de Sucesión, como mejor la conozcan) el Ejército de la Unión hubiera descubierto dinosaurios vivos en Virginia? La respuesta la proporcionó el parque Dinosaur Kingdom, creado por el artista estadounidense Mark Cline.
Dinosaur Kingdom estaba conformado por alrededor de cuarenta y cuatro figuras de dinosaurios, de las cuales algunas de ellas incluso estaban hechas para permitirles moverse. A lo largo del trayecto, los visitantes podían apreciar una gran variedad de representaciones de interacción humano-dinosaurio, la cual se dio debido a que la Unión intentó usarlos como arma contra sus rivales del Sur hasta que, tal como debía suceder, los dinosaurios probaron ser incapaces de ser controlados y provocaron que los primeros perdieran la guerra, cambiando completamente la historia de nuestros vecinos del norte.
Luego del incendio y de haber decidido cerrar el parque, Mark Cline y sus dinosaurios hicieron apariciones esporádicas en eventos y ferias pequeñas alrededor del área de Virgina, aunque esta vez sin sus compañeros/bocadillos humanos. En la actualidad, Cline está intentando a la búsqueda de ideas innovadoras con el propósito de abrir un nuevo parque, aunque esta vez sin ninguno de los conceptos de dinosaurios y monstruos que utilizó previamente. ¿Y qué pasó con los desafortunados dinosaurios que perdieron sus hogares? Eventualmente Cline puso todas las figuras a la venta; y hasta donde sé, estaba la posibilidad de comprarlas todas por ciento cuarenta y cinco mil dólares o de forma individual. Así que si alguien lee esto y tiene dinero suficiente para derrochar en dinosaurios de fibra de vidrio, puede intentar hacerse con el que más le guste del montón en la página del ahora extinto estudio de Mark Cline: Enchanted Castle Studios
Por ahora, no queda más que hacer que desearle toda la suerte del mundo a Mark Cline en sus siguientes proyectos. Hoy en día nunca está mal saber de una persona alegre y optimista que quiere entretener a la gente con obras y conceptos llenos de imaginación. Eres grande, Cline, más aún que tus dinosaurios.