Una vez más dejé que el tiempo pasará sin actualizar ninguna cosa en este blog. Vaya sorpresa. Sé que dije que intentaría dejar de cometer ese error durante este año, pero claramente fracasé una vez más así que no tengo otra cosa que hacer aparte de disculparme. Si bien es cierto que en febrero regresé a la escuela y que por lo tanto mi tiempo libre disminuyó, estaría mintiendo vilmente si dijera que eso me impidió continuar actualizando La inmortalidad del cangrejo. De hecho, tuve muchas oportunidades para hacerlo e incluso llegó a planear cosas completas de diferentes temas para poner, pero simplemente nunca tuve el entusiasmo suficiente para hacerlo. Y eso que febrero fue un mes bastante interesante y en el que pasaron muchas cosas.
-Primero que nada, mi laptop (en la cual tenía guardados absolutamente todos mis documentos y demás cosas personales) tuvo un problema cuando mi hermano me ayudó a formatearla y, pese a que tenía todo en un respaldo, tuvo que borrarlo también porque de lo contrario iba a permanecer muerta. Por lo tanto, perdí todos los escritos que había hecho. ¿Alguien recuerda que alguna vez mencioné aquí que había hecho un pequeño cuento llamado Vacío? Bueno, pues es una de las cosas que ya perdí para siempre. Conseguí un programa que me permitía recuperar esos archivos viejos aún cuando ya habían sido formateados, pero de todos modos no consigo hacer que funcionen. Por lo tanto, si alguien sabe qué puedo hacer para poder abrirlos de nuevo, se lo agradecería infinitamente.
-Continuando con la mala suerte tecnológica, mi tablet simplemente dejó de servir y ahora ya no enciende. No tengo ni la más mínima idea de qué le pasó, porque hasta un día antes funcionaba de maravilla. Y bueno, en ella tenía guardados otro montón de libros que había leído para mis clases y a los cuales ya no tengo acceso, por no mencionar que ahora debo volver al viejo método de sacar copias (el cual es mucho más costoso y estorboso).
-En una pequeña historia personal, mis amistades me dejaron plantado por tercera vez un día que se suponía íbamos a celebrar el cumpleaños de una de ellas. Pero la culpa no fue del todo suya pues el metro se llenó, fue muy lento y además llegué casi al mismo tiempo que ya se habían ido.
-Pero en una nota positiva, me enteré de que hay un concurso bastante interesante de escritura en el que me gustaría participar. El premio es la publicación de la obra ganadora y la fecha límite para entregar los trabajos es hasta junio, así que quiero empezar a ponerme manos a la obra con ello de una vez. Si todo marcha de acuerdo a mis planes, para entonces avisaré en este mismo lugar que el trámite está hecho y la obra concluida.
Marzo acaba de comenzar, y si bien un par de cosas no son del todo como me gustaría que fueran el resto tiene una pinta bastante buena por el momento. Ahora que estoy en el proceso serio de crear un pequeño libro eso podría hacer que tenga más cosas para publicar aquí, aunque sea solo para decir que llevo hechas diez páginas en un mes. Intentaré continuar publicando de forma no esporádica y acerca de cosas diferentes cada vez como suelo acostumbrar; pero hasta entonces me despido.