Esta vez ni siquiera voy a intentar justificarme. En fin, abril ha llegado prácticamente a su final, pero las cosas no han cambiado mucho en este lado del planeta desde la última vez que escribí en el blog.
Si la memoria no me falla, antes de mi más reciente desaparición dije que había decidido comenzar a escribir seriamente un libro, así que dedicaré al menos esta entrada para hablar de ello. Primeramente, no lo he hecho seriamente. En un principio la idea me apasionaba y estaba completamente decidido a terminarlo, pero con el transcurso del tiempo me he dado cuenta de que es muy poco probable que consiga hacerlo. En esto han influido un par de factores, de los cuales el primero es que el primer capítulo se me hacía algo tedioso de escribir y nunca me hallaba con el ánimo correcto para terminarlo. Y luego de meses de estar atrapado con el comienzo mismo y menos de veinte páginas escritas, decidí que mejor intentaría escribir antes el resto y luego volvería cuando todo estuviera hecho para concentrarme en acabar el inicio. Pero, si soy honesto conmigo mismo, soy muy irregular con muchas de las cosas que me propongo a hacer y por lo tanto aún no he avanzado mucho y el tiempo para hacerlo está a punto de acabarse.
Y ocurre el clásico ejemplo que siempre sirve como chiste en internet: me digo a mí mismo que es la última vez que lo hago y que para la próxima intentaré ser más constante pero desde el momento que lo pienso sé que acabaré fracasando en el intento. ¿Acaso es psicológico o algo así? No tengo idea. Pero en fin, antes que nada quería actualizar esto solo para sacarlo del limbo. Tengo un par de ideas y cosas sobre las que me gustaría escribir aquí en el futuro, pero hasta entonces, me despido.