Una vez más he dejado que se pase el tiempo sin haber actualizado el blog. Y esta vez no fue realmente que olvidara que debía hacerlo tal como ha ocurrido muchas veces en el pasado, sino que ahora fue porque simplemente no tenía nada que escribir. Ciertamente eso no me ha detenido del todo, pero en esta ocasión quería escribir algo que no fuera simplemente una lista corta de cosas que he hecho o me han pasado. Así que, tras pensarlo un poco, me decidí por contar una cortísima historia de un proyecto inconcluso que tuve durante Octubre.
Desde la última semana de Septiembre aproximadamente, mi hermano me contó acerca de un pequeño juego que consistiría en hacer un dibujo diario con temática de Halloween y en subirlo a Facebook o donde quisieramos periódicamente. Ya que mi uso de la red social es casi inexistente (¿recuerdan cuando fue el aniversario de Facebook y todos publicaron un video de lo que habían hecho en esos años? Yo lo había usado tan poco que ni siquiera me permitió hacer uno) me pareció que sería una buena idea para empezar a compartir algo con mi familia y amigos. Pero como casi cualquier proyecto que me pongo a mí mismo, fallé.
En realidad sí hice el dibujo correspondiente del prímer día -un fantasma-, pero de ahí en adelante dejé que los días pasaran y los dibujos se acumularan. Y lo peor del caso es que en serio quería tener éxito con el desafío; todavía hasta los últimos días del mes pensaba en hacer una gran compilación de dibujos con todos aquellos que debía y subirlos en masa, pero al final nunca lo hice. Y ahora que Octubre ha terminado, me parece que la oportunidad ya pasó así que me limito a contar acerca de esta experiencia. Y sobre aquel mítico primer dibujo, aquí está:
Ahí lo tienen, un fantasma. Mi hermano me dijo que tiene cara de Ghostface, el asesino de la película Scream, y de no ser porque evidentemente tiene razón pensaría que lo dijo solo para molestarme (Daniel, si lees esto recuerda a tu Joker con peinado de Donald Trump). Siendo honestos, diría que es un dibujo extremadamente simple: no es más que un clásico fantasma-sábana con cara de un personaje previamente establecido de franquicia y que no tiene detalles macabros como cadenas en las manos y rostro de infinito sufrimiento, pero la verdad es que me gustó mucho.
Nunca he sido un buen dibujante y mi autoestima me impide verlo como una aberración ya que yo lo hice, así que tal vez sea por eso que no me parece un mal dibujo. Pero fue divertido. Sí, lo hice en menos de cinco minutos y ya no le di continuidad, pero no puedo negar que me divertí haciéndolo. Quién sabe, tal vez el próximo año me anime a hacerlo de nuevo y esta vez consiga llegar a los cinco dibujos.
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