jueves, 28 de julio de 2016

Perro enterrado en la arena

En la última semana de clases antes de que acabara el semestre, mi maestra de la clase de Introducción a la Filosofía llevó al salón su colección de postales que había estado juntando desde hace varios años. Como agradecimiento por haber participado y por el trabajo que realizamos con ella, nos dijo que cada uno de sus alumnos podíamos tomar la que más nos gustara de todas y quedárnoslas. Antes de que las postales comenzaran a desaparecer, nos tomamos nuestro tiempo para verlas y, aunque hubo por lo menos un par que me interesaron, hubo una en concreto que me llamó la atención porque resaltaba del resto. Mientras que casi todas representaban pinturas con una paleta de colores oscura, la que yo vi tenía colores más "cálidos" por así llamarlos (no soy experto en el arte así que si me equivoco y no son cálidos por favor no me juzguen demasiado) y por eso parecía notarse más. Y en ese momento pensé: "Bueno, si me llamó la atención debe ser por algo"; y como en cualquier buena historia cuyo argumento es la predestinación, la escogí.

Y tan pronto como me puse a examinarla, en el primer momento no tuve ni la más mínima idea de qué representaba hasta que le di la vuelta y allí decía que era Perro enterrado en la arena de Goya. Viendo que era un perro le hallé la forma de perro, pero me llamó tanto la atención que quise investigar un poco sobre aquella pintura y desde entonces he querido escribir sobre ella en este blog, pero obviamente nunca lo hice... hasta ahora.


Perro enterrado en la arena, o Perro semihundido es un óleo sobre revoco que después sería trasladado al lienzo pintado por el famosísimo Francisco de Goya, el cual la hizo para adornar las paredes de una casa que adquirió en 1819 y que es mejor conocida como la "Quinta del Sordo". Forma parte del grupo de pinturas llamadas Pinturas negras, las cuales fueron todas creadas por Goya para adornar su casa y que a partir de 1874 fueron retiradas de los muros y trasladadas para ser exhibidas durante la Exposición Universal de Paris de 1878, hasta que en 1881 fueron donadas al Museo del Prado y desde entonces se les puede encontrar allí.

La colección de Pinturas negras obedece a las normas del Sublime Terrible, movimiento artístico que se caracterizaba por representar la subjetividad individual y los extremos de las emociones, contrario a los ideales del racionalismo y la Ilustración. Se cree que Goya comenzó a pintar estas obras a partir de finales de 1819 y después de haberse recuperado de una grave enfermedad que padeció en ese mismo año y que casi lo llevó a la muerte. Las Pinturas negras suelen ser consideradas un reflejo de la inestable situación que sufrió España por esos años así como ser una forma de manifestación del artista, quien tras haber experimentado su enfermedad se dio cuenta de su propia mortalidad y la decadencia física en que vivía al haber envejecido.

Actualmente, Perro enterrado en la arena se encuentra en un estado desgastado en el cual, salvo por la cabeza del perro, no se distingue ningún otro detalle. Se sabe, sin embargo y gracias a fotografías, que por lo menos en 1874 y antes de ser trasladada, en la pintura se apreciaban más detalles como una enorme roca en el fondo y haciendo de paisaje mientras que en el cielo se encontraban lo que se cree eran pájaros y los cuales el perro se hallaba observando. Se cree también que la pintura nunca llegó a ser terminada por Goya, pero esto, así como los supuestos pájaros, es solo una teoría y cabe la posibilidad de que nunca se sepa con certeza.

Fotografía tomada en 1874 por J. Laurent y en la que se aprecian los detalles ahora indistinguibles de la pintura

En cuanto a lo que podría significar o representar, yo siempre he creído que el arte es principalmente subjetiva así que cualquiera que vea la pintura podría llegar a su propia conclusión sobre lo que es. Sin embargo, aquellos que se han dedicado a estudiar la vida y obra de Goya (y que por lo tanto saben infinitamente más al respecto que yo), argumentan que es una representación de lo insignificante que es el ser vivo ante lo que lo rodea. Aunque ahora ya no se aprecia, el hecho de que el perro observe a los pájaros en el cielo podría ser también una analogía de la libertad y la falta de ella. En todo caso, es una pintura que a mí personalmente me resulta un poco triste. Tal vez sea la expresividad que se observa en la cara del perro, el cual a pesar de ocupar un espacio muy pequeño parece estar cargado de sentimiento en su mirada, sus orejas, incluso la forma en que mantiene la cabeza levantada... o al menos así es para mí y desde mi muy personal punto de vista. Probablemente haya quienes puedan interpretarla de una o incluso varias formas diferentes, pero en todo caso, ¿no es el objetivo del arte el despertar sensaciones y emociones sobre las personas?

lunes, 18 de julio de 2016

Review: Risk Revolution

Desde que era un niño y vivía junto a mi madre y mi hermano mayor, él comenzó a tener un gran interés hacia el tema de la guerra gracias al mítico videojuego Age of Mythology, con el cual se entretenía por horas. Una vez cuando acompañamos a nuestra mamá al supermercado e hicimos nuestro casi obligado recorrido por el área de juguetería, mi hermano vio que vendían el juego original de Risk; y aunque ninguno de nosotros sabía realmente de qué se trataba, convenció a mi mamá para que lo comprara. Aquel fue el principio del fin...

Mi hermano dominó el concepto del Risk rápidamente, y solía jugar partidas eternas junto a mi mamá y sus amigos que nunca llegué a presenciar en su totalidad pero que, según ellos, llegaban hasta las cuatro de la mañana a veces. A partir de entonces, mi hermano se hizo con distintas modalidades de Risk conforme iban saliendo con los años, como los de Star Wars y Transformers. Él es un jugador con una vasta experiencia y la verdad es que sí es muy bueno; mientras que yo puedo defenderme y hacer cosas bastante decentes pero aún así me las veo muy negras para ganar una partida; sobretodo si él está jugando.

Pero dejemos de lado mis traumas de la infancia para pasar al tema que el título promete. Hace un par de años (en el 2011 si somos precisos) Hasbro sacó una versión nueva de Risk que en Estados Unidos salió con el nombre de Legacy mientras que, por lo menos en México, fue llamada Revolution. Tengo cierta experiencia con los juegos de Risk, y este es sin lugar a dudas mi favorito.


Una imagen de la versión norteamericana

Todas las versiones de Risk tienen algo que las hace especiales: la de Star Wars introducía naves espaciales, búsqueda y captura de líderes y el concepto de la Orden 66 mientras que el de Transformers permitía que el tablero se "transformara" para cambiar la estrategia de los jugadores. En Revolution, es que TÚ eliges cómo irá cambiando el juego. De todas las versiones que he probado, es la única que permite una personalización casi completa del juego. Los conceptos básicos del Risk tradicional como los combates y el sistema de reclutamiento de tropas se mantienen igual, pero conforme avanzan las partidas y dependiendo de lo que los jugadores vayan haciendo durante los juegos, se introducen nuevas reglas y conceptos que enriquecen y modifican la experiencia total. Uno de estos cambios por ejemplo, es la creación de ciudades. Cada vez que acaba una partida, los jugadores tienen la opción de crear una ciudad que se pondrá como sticker sobre el tablero y permanecerá allí para siempre, cambiando el territorio en que fue colocada. De la misma forma pueden colocarse "cicatrices" durante la partida para que al jugador que controle el territorio afectado le sea más difícil defenderse, gane tropas extra, etcétera.

Un ejemplo del tablero de juego con varias "cicatrices" y una Ciudad menor

Los jugadores ganan al adquirir cuatro estrellas, y cuando lo hacen tienen recompensas que los favorecerán solo a ellos en cualquier partida futura que jueguen, como crear Ciudades mayores, nombrar continentes o quitar una "cicatriz" del tablero para que deje de tener efecto. Otro de los conceptos que se introducen es que, al cumplirse ciertas características durante los juegos, pueden abrirse sobres especiales que contienen nuevas "cicatrices", reglas y objetivos que modifican todavía más el juego. Hay por ejemplo un sobre que solo puede abrirse una vez que "la Capital del mundo sea puesta sobre el tablero", pero para poder poner la Capital del mundo se necesita a su vez abrir otro paquete previo. 


Algunos de los paquetes que se abrirán durante las partidas

Pero no solo el campo de batalla puede cambiar, pues también las facciones que utilizan los jugadores evolucionan con el juego. Hay cinco facciones distintas entre las que escoger al comenzar a jugar, y cada una de ellas tiene habilidades especiales únicas y que les dan alguna ventaja para ganar. Conforme el mundo se transforma, las facciones también lo hacen y van adquiriendo nuevas habilidades e incluso debilidades que consiguen balancear muy bien el juego; asegurándose de que cualquiera pueda ganar. 

Una muestra de las diferentes piezas de cada facción

La meta principal es jugar quince partidas, tras las cuales el jugador que más veces haya ganado adquiere el derecho de darle un nombre al mundo. Debido a todo el potencial de cambios que tiene el juego, para el término de estas quince partidas el mundo y las facciones habrán cambiado de tal forma que cada quien tendrá un juego único, marcado por las decisiones que cada quien tomó a lo largo de su corta historia. Es por ese motivo que Risk Revolution es mi versión favorita de la franquicia, porque la libertad que te da para tomar las decisiones que quieras, y que esas decisiones tengan consecuencias eternas y no sean solo algo que desaparece al guardar el tablero, le da cierto "dramatismo" a todo y es algo que no he podido ver en ningún juego de mesa hasta ahora. Sé que el campo de los juegos de mesa puede ser considerado una de las formas más bajas del "frikismo", pero si a ti te vale la vida y el qué dirán y quieres pasar un estupendo rato con tus amigos con un juego de estrategia como pocos, entonces no puedo dejar de recomendarte que consigas una copia de Risk Revolution. Para finalizar, debo señalar que desde que compramos el nuestro nunca he vuelto a ver copias en ningún otro lugar. Ciertamente tampoco me dedico a buscar juegos de mesa, pero de todos modos es algo que vale la pena señalar por si estás dispuesto a comprar uno. Y quién sabe, tal vez si alguna vez lo hallan con descuento valga la pena comprar más de solo uno...

jueves, 14 de julio de 2016

Un regreso irrelevante

Creo que el título ya lo ha dejado bastante claro, pero lo diré de todos modos: finalmente, y luego de una actividad casi inexistente en lo que va del año, volveré a publicar en este blog. Suponiendo que haya gente leyendo esto y que ya haya entrado antes a La inmortalidad del cangrejo, es la historia de siempre (osease, que en realidad no he estado ocupado y que la razón por la que no he hecho se debe al olvido, flojera, o una combinación exótica de ambas). Tengo un par de ideas sobre cosas varias de las que publicar, e intentaré escribirlas tal vez incluso en esta misma semana, pero no prometo nada. Los malos hábitos no se abandonan fácilmente.

Pero, ¿qué he estado haciendo durante todo este tiempo desde la última vez que actualicé?
-Primero, y lo más importante de todo, es que finalmente terminé de escribir mi primer libro. Es un cuento infantil y la verdad es que es bastante corto (son menos de 50 páginas), pero mentiría si dijera que no me llena de una enorme satisfacción el haberlo conseguido.
-Mi más reciente semestre en la universidad terminó, y la verdad es que me fue incluso mejor de lo que esperaba. Mi mayor duda era con la clase de Latín, materia que me disgusta en general aunque no realmente por culpa de los profesores que he tenido. Por suerte, mi siguiente semestre ya no tendrá Latín así que podré morir en paz.

Para finalizar, debo decir que incluso yo estoy sorprendido de lo poco que he hecho durante este tiempo y que valga la pena decir. Tal vez se me está olvidando algo, pero honestamente lo dudo. En fin... nos vemos próximamente.