miércoles, 28 de enero de 2015

Sobre la muerte

He dejado esto un poco inactivo, no por falta de tiempo sino porque no se me ocurría ninguna cosa que publicar... o al menos, no hasta hace poco. ¿La razón? Supongo que simplemente mi vida es un poco aburrida, aunque también influye mi falta de creatividad.

Tenía planeado empezar este post contando algunas de las cosas que me han pasado desde la última actualización en La inmortalidad del cangrejo. No son muchas o importantes, pero este blog justamente se trata de cosas irrelevantes así que lo pondré de todos modos:

-Las vacaciones terminaron y por lo tanto tuve que regresar a la Universidad.
-Por primera vez en mi vida, logré resolver un cubo Rubik.
-Compré un cómic del cuál supuestamente solo hay 3,000 copias en el país, pero no estoy seguro.
-Y por último, me di cuenta de que tal vez sea un poco más celoso de lo que pensaba con respecto a cierta persona en mi vida.

Pensaba en continuar esto haciendo un pequeña reflexión que profundizara en los puntos anteriores, pero en este día en particular se presentó algo inesperado. Hoy, aproximadamente a las cuatro de la mañana uno de mis tíos abuelos, José, murió de cáncer; el cual es una de las mayores causas de muerte entre mi familia según me han contado y he visto.

Honestamente casi nunca llegué a tratar mucho con él, de forma que cuando me enteré de la noticia casi no me sentí afectado. Y eso es algo que me causa emociones encontradas: que pese a que sin duda es algo malo y varios de mis familiares se encuentren bastante afectados, a mí no me produzca un impacto tan grande como tal vez debería hacerlo. No sabría explicarlo, pero creo que simplemente me hace sentir un poco como si fuera una peor persona.

Además me ha hecho preguntarme sobre mi propia vida. Supongamos que dentro de un mes muero, y de la misma forma que me ha pasado con mi tío José, las personas a mi alrededor no se sientan tan afectadas. Quizá signifique que he hecho algo malo con mi vida al no tener un impacto más profundo en otras personas, por ejemplo. ¿Realmente podría decir que he hecho algo de mi vida que vuelva un poco trascendental el hecho de que me vaya? ¿Qué sigo haciendo aquí? ¿Cuál se supone que es el propósito que debería de cumplir antes de que llegue mi hora final? Y por último, ¿qué ha sido realmente especial de mí todo este tiempo?

Tal vez sea un poco egoísta que aproveche la muerte de mi tío para hacerme estas preguntas, pero al menos por estos momentos es algo que ha estado rondando por mi mente. Creo que también debería de preguntarme si efectivamente soy una mala persona después de todo. Muchas preguntas, tan pocas respuestas...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario